Comparte esto con cualquier persona que conozcas directa o indirectamente con una discapacidad física funcional o con sus familiares. Según me dicen varias personas en esta situación, lo siguiente es como escuchar su propia voz respecto de qué es lo que realmente piensa una persona que se desenvuelve en una silla de ruedas.
1º.- El sufrimiento de una persona con discapacidad física es distinto al de las personas de su entorno familiar y social e incomparable con el mismo.
2º.- Sus decisiones son suyas en tanto que disfruta de una capacidad intelectual plena y nadie que no sea él mismo puede tomar decisiones por él por ninguna razón en general pero, en particular, no pueden hacerlo por “comprender” su sufrimiento y querer “proteger” y paliar su sufrimiento.
3º.- Nadie puede, en su nombre, decidir que está sufriendo y en qué consiste dicho sufrimiento. Una persona con diversidad funcional física a penas sufrirá por su realidad física, en todo caso lo hará por la discriminación que sufre en sus derechos.
4º.- Asociar la idea de eutanasia al de discapacidad es completamente erróneo por la misma razón que lo sería asociar que el suicidio de un artista famoso fue causado por su fama y no por una causa de infelicidad intensa y de fondo ajena a su fama.
ANGEL COACH
¿tienes ángel?